APSA es una Asociación pro discapacitados físicos y psíquicos que desarrolla su actividad en Alicante en donde, coordinado por una psicóloga y con la ayuda de técnicos especializados, familiares y personas interesadas, se ocupan de mejorar la calidad de vida de estos ciudadanos, a lo largo de todo su ciclo vital.La Asociación no solo se ocupa del auxilio espiritual de los discapacitados sino que también los forma, para que esa manera, puedan desarrollar tareas útiles –por encargo de empresas exteriores-, en particular a través del Centro Especial de Empleo Terramar, S.A., que son remuneradas.
Dentro de las actividades complementarias, están las lúdicas entre las que tuvo lugar la puesta en marcha de una foguera (una falla en Valencia) con el lema “Pumby, gatet Mediterrani” dedicada a este personaje, por lo que los artistas falleros en especial Paco Piedecausa y Antonio Candela, se pusieron en contacto con el autor del célebre gatito José Sanchis, el cual desde el primer momento prestó la máxima colaboración asesorando y cediendo dibujos para el fin propuesto.
Lo de la “foguera” fue un hecho con su programa de actos, su corte de belleas y damas de Terramar y todo, y con la visita en su día de las Belleas del Foc (la mayor y la infantil) de Alicante señoritas Blanca Ortiz y Cintia Santos, y por supuesto en su día, tuvo lugar la cremá correspondiente.
Todo quedó muy bien y todos quedaron muy satisfechos, y ya a toro pasado, la Asociación APSA quiso agradecer a José Sanchis su valiosa colaboración por lo que una delegación formada por Carmen Robles, Francisco Piedecausa, Antonio Candela y Juan Lorenzo se desplazó en fecha reciente a Valencia para rendir homenaje al padre de “Pumby”. El encuentro -sencillo pero emotivo- estuvo acompañado por la entrega de un retrato de Sanchis pintado por Piedecausa, un cuadro reproduciendo unas viñetas del singular gatito realizado al alimón por Piedecausa y Candela, una figura en cerámica de “Pumby” hecha por Elena Martinez y un álbum con dibujos y fotos de todos los actos que acompañaron a la “foguera” hasta el final de su existencia. Al final y antes de volver al lugar de procedencia, los componentes de la delegación tuvieron el gusto de comer con José Sanchis, que también fue acompañado por su hermana Benilde y el autor de esta crónica.
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